lunes, marzo 14, 2016

Libros de texto. Proposición elaborada para Imagina Burgos.

Esta proposición fue aprobada en el Pleno del Ayuntamiento de Burgos en septiembre de 2015, en sus dos primeros puntos. A favor Imagina y PSOE, abstenciones de PP-C´s y concejal no adscrita. El PSOE introdujo una modificación para que el Ayto subvencione los libros pero para el próximo curso 2016-17.
 

“Gratuidad de los libros de texto escolares y la aplicación de otros servicios educativos.”
El Grupo Municipal de Imagina Burgos presenta la siguiente proposición al Pleno ordinario del Ayuntamiento de Burgos septiembre de 2015, para ser debatida y aprobada si procede.
 

Como dice la Constitución española, la educación obligatoria debe ser gratuita. La enseñanza pública es además un servicio público universal y de calidad. Pero eso no es suficiente, por mucho que se dote de colegios públicos y profesorado, sin libros o el material didáctico que se precise para aprender poco se puede aprender. Si no se dan servicios complementarios a los estudiantes, no es posible que sean capaces de sacar todas las potencialidades necesarias a lo largo de sus años de aprendizaje para llegar a las mayores cotas de formación que pudieran conseguir. Garantizar el acceso a la educación debe suponer que los libros deben ser  también gratuitos para todos los niños y niñas cuyas padres o madres estén situación en desempleo, o cuyos recursos económicos no sean superiores al triple del Salario Mínimo interprofesional (S.M.I.), al menos en la educación obligatoria (de los 6 a los 16 años). Es algo inseparable.

“Ha habido un importante retroceso en los fondos globales destinados a la gratuidad de los libros de texto y en el número de alumnos beneficiarios de ello”, denuncia la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, en su último informe, publicado recientemente. “También se han comprobado grandes diferencias entre comunidades autónomas en cuanto al grado de consecución de la plena gratuidad de estos libros y en los mecanismos aplicados para alcanzarla”.

Pero es que ya hace casi 20 años, en 1995 el entonces Defensor de Pueblo, Fernando Álvarez de Miranda,  ya insistió en la necesidad de la gratuidad plena de los libros de texto en su informe de ese año. Desde entonces, las Administraciones educativas han puesto en marcha programas diversos con ese fin pero no lo han logrado en dos décadas. Con crisis económica pero también sin ella. Desde luego es una iniciativa que costaría menos que hacer determinadas obras públicas o destinar fondos a Defensa.

La oficina de la Defensora del Pueblo ha insistido en que se pongan en marcha medidas y programas que “fomenten la reutilización de los libros de textos, no solo por razones de economía”, argumenta Soledad Becerril, “sino por su contribución al proceso educativo de los alumnos y a la mejor adquisición de actitudes de respeto, buen uso y conservación de los bienes, que deben ser transmitidos a otros alumnos”.

Es más, también es una buena costumbre para que los niños y niñas entiendan que hay múltiples objetos muy útiles que no tienen por qué ser suyos, pueden ser de todos. En el momento actual en el que el consumismo excesivo se ha frenado por la crisis, hay que prepararse para cuando remonte, ya que es presumible que entonces vuelva a incrementarse entre las personas jóvenes y mayores el exceso de compras o la obsesión por consumir al ritmo de lo que marque la moda de turno, lo que se traduce en nuevas zapatillas, cascos, pantalones o lo último en electrónica, se necesite o no. Es decir, el fomento del consumo responsable unido a la idea de que la mejor compra o el mejor regalo de la vida es tu educación. Y una inmensa parte de la educación que recibimos está en los libros, en los de texto y los demás… en formato de papel, electrónico… o el que aparezca en el futuro.

El gasto en libros de texto supone una tercera parte del total del desembolso que las familias efectúan para proporcionar a sus hijas e hijos, todos los elementos precisos para su escolarización obligatoria, entre los que se incluyen otros materiales didácticos, libros de lectura obligatoria, etcétera. La gratuidad de los libros de texto ha sido una demanda constante de las asociaciones de madres y padres que en estos meses deberán hacer frente a un gasto entre 200 y 300€ de media por hija o hijo, en un momento en que sigue habiendo más de 25.000 parados en la Provincia de Burgos.

 

Casi 600.000 niñas y niños perdieron las becas para libros de texto el curso pasado tras un recorte en los presupuestos de 67 millones de euros. Una madre concienciada, Elena Alfaro, recogió 265.000 firmas para que la reforma educativa garantizara un sistema de préstamo gratuito de libros de texto en la educación obligatoria de los centros públicos y concertados. Su gesto impulsó una iniciativa que se debatió y aprobó en el Congreso de los Diputados.

El recorte de ayudas educativas por parte de las Administraciones y la situación económica extrema en que han quedado muchas familias por la crisis ha reavivado este viejo debate al que se ha sumado el Consejo Escolar del Estado, el principal órgano de representación de la comunidad educativa en el que participan familias, profesorado, alumnas y alumnos, sindicatos y patronales educativas. Los recortes en estos últimos 4 años no sólo han afectado a las ayudas para libros, también lo han recibido otros servicios como los comedores escolares, o los programas de madrugadores y continuadores. El descenso del presupuesto para becas es evidente. Al igual que los recortes en los presupuestos para gasto en los Centros Educativos y el descenso del número de profesores.

La comisión permanente del Consejo Escolar del estado ha aprobado una iniciativa en la que exigen al Ministerio de Educación que garantice libros de texto y material escolar gratis. Fuentes del consejo señalan que es la primera vez que se aprueba una iniciativa similar, para la que se ha trabajado durante los últimos meses con hasta 15 borradores diferentes. La iniciativa fue impulsada por las confederaciones de padres de alumnos de la enseñanza pública y concertada.

La iniciativa ha salido adelante con 15 votos a favor frente a dos en contra y dos abstenciones. En el texto, se insta al Ministerio a impulsar un acuerdo “especialmente en el seno de la conferencia sectorial” en el que están representadas las comunidades autónomas, que distribuyen parte de las ayudas.

Los miembros del consejo piden que, mientras se pone en marcha la gratuidad, se garanticen las becas suficientes para libros y material escolar “para todo el alumnado que lo necesite, en igualdad de derechos con independencia del territorio en que resida o curse estudios”. Un estudio publicado por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) en septiembre de 2013 indica que mientras en Andalucía y Navarra la gratuidad de los libros de texto se extiende a casi todo el alumnado, Madrid, Baleares o Valencia solo concede ayudas “en caso de extrema necesidad”.

También reclaman en el escrito que los mismos textos se mantengan “un mínimo” de cinco cursos escolares y que se impulse una normativa para crear y gestionar bancos de préstamo e intercambio de libros en los centros educativos. O que se fomente la elaboración de materiales por parte del profesorado.

La Plataforma Estatal por la Escuela Pública ha presentado hace unos meses un escrito dirigido a los grupos parlamentarios en el que se les solicita que impulsen legislativamente la gratuidad de los materiales escolares.

Igual de importante es tener en cuenta  que en el proceso de aprendizaje no sólo es fundamental el libro de texto. También, y cada vez más, se trabaja con nuevas aplicaciones informáticas y las llamadas TIC´s (Tecnologías de la Información y de la Comunicación). El Ayuntamiento debe de facilitar que las familias con menores recursos puedan tener iguales posibilidades de aprendizaje, cuando el centro educativo en el que cursan estudios sus hijos e hijas emplea de forma obligatoria como método de aprendizaje tablets. Entendemos que la Corporación debe de facilitar iguales ayudas que las que planteamos para los libros de texto.

No es menos desdeñable el facilitar que los estudiantes tengan el entorno más saludable para formarse y aprender sin tener carencias o preocupaciones que dificulten su formación y su personalidad futuras, teniendo que proteger especialmente a los menores de ambientes sociales y familiares envueltos en preocupaciones y de carencias en sus necesidades básicas. Por eso, planteamos que en los periodos en los que no haya actividad docente, los comedores escolares estén abiertos dentro de una programación de actividades lúdicas.

Por estas razones y debido a la negativa de la Junta de Castilla y León a abrir los comedores escolares en verano, proponemos que este Ayuntamiento, al igual que lo han hecho otros de nuestra Comunidad (como Valladolid), habilite comedores escolares para paliar los efectos económicos que esta crisis está causando en la infancia. Se ha evidenciado que casi un 20% de niñas y niños de Burgos viven bajo el umbral de la pobreza y que el cierre de los comedores escolares en verano ha agravado su situación.

Parte resolutiva.

 

1.-Solicitar  a la Junta de Castilla y León a que este mismo año regule por ley la gratuidad de los libros de texto de enseñanza básica para centros educativos sostenidos con fondos públicos, así como del material informático obligatorio en los centros educativos. Se propone como sistema la compra de libros y tablets a los centros escolares por parte de la Junta, que los libros deberán ser reutilizables por el alumnado durante un período de cuatro cursos escolares, sin perjuicio de lo que se establezca reglamentariamente para la reposición  la Educación Primaria y Secundaria. En todo caso se dejará autonomía a los Centros. Los avances que se produzcan en la implantación de la escuela 2.0, Plan de Digitalización de las aulas, servirán en el futuro para la sustitución de estos materiales por otros más económicos. Se dotará partida presupuestaria para implantar estas medidas en el curso escolar 2016-17.Este sistema se puede financiar perfectamente con las partidas que venían reservándose para becas de compra de libros durante 4 cursos.

2.- Mientras la Junta aprueba la ley que regula la gratuidad de los libros de texto escolares, el Ayuntamiento debe intervenir garantizando que las familias con bajos recursos dispongan de los libros de texto y tablets para este curso por medio de un acuerdo con los Centros escolares y las AMPAS. Los alumnos recibirán esos materiales en concepto de préstamo, quedando después en poder de los Colegios. Se valorará en una comisión creada al efecto entre la comunidad educativa y la municipal los casos que requieran esta intervención.

 

3.-Que se habiliten centros escolares para instalar comedores o en su defecto un comedor municipal, que atiendan a las necesidades de tantas niñas y niños que, como se ha evidenciado en algunos casos, la única comida que recibían era la del comedor escolar. Se valorará caso por caso en la Gerencia de Servicios Sociales del Ayuntamiento esta necesidad previa solicitud de los interesados. El Ayuntamiento destinará parte del gasto de urgente necesidad para este apartado.

4.- El Ayuntamiento habilitará una partida de becas de ayudas para el comedor escolar en el próximo curso 2015-16 a las rentas más bajas, en tanto en cuanto la Junta mantenga su actual política de altos precios públicos  e insuficiente cuantía económica en la becas de comedor.

5.- Que se inste a la Junta de Castilla y León a volver a implantar los servicios de madrugadores y continuadores con precios públicos asequibles a las familias según su renta disponible. En caso contrario el Ayuntamiento deberá hacerse cargo de este servicio.

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