De murallas y esguevas.
Van pasando los meses, y
en el Ayuntamiento de Burgos no se toman decisiones sobre las propiedades, así
como repercusiones, de la licencia concedida a los propietarios de Pza. Alonso Martínez, en el entorno de la
muralla medieval del siglo XIII.
Por mi parte, he proseguido la investigación que en
estos párrafos expongo, parte de los cuáles, ya han sido adelantados por el
periodista del Diario de Burgos, Álvaro Melcón con fecha 21 noviembre de 2016.
Lo haremos en 4 Capítulos:
1.-Modificación
puntual del PGOU para agrupación de volúmenes en la ordenación detallada en
Pza. Alonso Martínez 2.
2.-La
propiedad pública de parte de la antigua esgueva de Trascorrales.
3.-Protagonistas
con nombre propio.
4.-La
intervención arqueológica en el solar hecha por Aratikos Arqueólogos.
La verdad es que esta
parcela no deja de deparar sorpresas. En el año 2007, la propiedad de Pza.
Alonso Martínez 2, solicitó una modificación del Plan General de Ordenación
Urbana de Burgos, por la cual se ordenan nuevos volúmenes en la edificación
interior. En el expediente de la Gerencia Municipal de Fomento número 11/2007,
se recoge que la idea es agrupar la edificabilidad en altura en el interior de
la parcela, de tal manera que se pasa de 2 a 4 alturas junto al muro de la
antigua esgueva Trascorrales (que se elimina), y se deja “exenta” de
edificación la muralla medieval, conocida en los últimos meses como “del cenador”.
Ocurría que la anterior
ordenación tenía adosada a la muralla medieval del siglo XIII, varios edificios
de 2 alturas que ahora se pretenden trasladar a otra zona de la parcela
mediante esta modificación puntual del PGOU, en cuanto a la ordenación detallada.
Además consiguen un aumento del aprovechamiento de 127 metros cuadrados más.
El Ayuntamiento y la Junta
de Castilla y León dan el visto bueno a esta modificación, con el informe
favorable de la Comisión Territorial de Patrimonio de Burgos. Esta última,
determina que se puede eliminar el muro que antaño servía de separación para la
esgueva de Trascorrales, proveniente de los ríos Pico y Vena, que atravesaban
la muralla de la Ciudad por esta zona. También que debe hacerse previamente una
excavación arqueológica (como se hizo) para documentar esta esgueva y sus
elementos constructivos. Pero no está protegida.
Sí lo está la muralla
medieval entre la antigua puerta de Margarita y la entrada de la esgueva,
conocida actualmente como la “del cenador”, que es un Bien de Interés General,
y por ello sólo recibe tratamiento de conservación y mejora; y a la que dicho
sea de paso, le están atribuidas todas las prescripciones que marca la Ley de
Patrimonio Cultural de Castilla y León.
Me permito ahora copiar el artículo 41.2 de la
Ley 12/2002 que espero aclare a más de uno lo que ocurre con el cenador:
Artículo
41 Prohibiciones en monumentos y
jardines históricos
1. En los monumentos y jardines históricos
queda prohibida la instalación de publicidad, cables, antenas, conducciones
aparentes y todo aquello que impida o menoscabe la apreciación del bien dentro
de su entorno.
2.
Se prohíbe también toda construcción que pueda alterar el volumen, la
tipología, la morfología o el cromatismo de los inmuebles a los que hace
referencia este artículo o perturbe su contemplación.
Y esto aparte de que
cualquier “instalación” o actuación en un BIC debe obtener licencia previa, y
en este caso, además tener el visto bueno de la Consejería de Cultura de la
Junta de Castilla y León ( no sólo de la Comisión Provincial…).
El artículo 19 de la Ley
de Patrimonio Histórico Español, Ley 16/1985, declara claramente que “será preceptiva la autorización de los
organismos competentes (…)para colocar en fachadas o en cubiertas cualquier
clase de rótulo, señal o símbolo…prohibiéndose toda construcción que altere el carácter de los inmuebles a que
se hace referencia en este artículo (BIC)o perturben su contemplación.
Hágase ver que la muralla del “cenador” obtuvo
visto bueno de la Comisión de Patrimonio pero con recomendaciones para su
mantenimiento y reconstrucción, en ningún momento se habla de una instalación
fija en la parte superior del cubo de la muralla. Y si la “supuesta” propiedad
defiende que ésta no es una instalación fija, sino un mueble, debiera quitarse
a diario, cosa que no se ha hecho en ningún momento, y seguramente no sea
posible.
Para mí queda claro que vulnera la ley, pues
perturba la contemplación de la muralla como estaba en su estado original,
además de no haber obtenido licencia del organismo competente para su
instalación; en ningún documento de la licencia aparece la estructura del
“cenador”, que por lo tanto no ha sido objeto de ningún informe.
Dejemos Plaza Alonso
Martínez 4 y volvamos al 2. Este edificio está sujeto, entre otras, a la norma
zonal 1ª del PECH, con la obligatoriedad de conservar tanto las fachadas
existentes en la Pza. Alonso Martínez, obra de arquitectura tradicional del
siglo XIX, como la muralla que marca el límite Norte del solar.
Los promotores de esta
modificación, que fue aprobada por el Ayuntamiento y la Junta, significaban en
la justificación que “la Modificación Puntual
no solamente respeta las alineaciones y fachadas a la Plaza Alonso Martínez,
sino que, respecto de la muralla medieval, recupera su intradós que estaba
tapado dentro del solar por una edificación adosada a ella de dos plantas y
bajo cubierta, al plantearse la supresión de dicha edificación, para agrupar la
edificabilidad total admisible en otra zona del solar”.
En otras palabras, que los
actuales propietarios tienen la obligación de mantener fachadas y alturas
frente a Plaza Alonso Martínez, y pretenden conseguir más edificabilidad
liberando unos “barracones” que estaban adosados a la muralla, para llevarlos a la zona del
solar donde estaba el muro de la esgueva, al Oeste, y levantar allí más altura.
Señalan que de esta forma “la
muralla recupera todo su volumen exento, pasando a formar parte de la Ciudad,
lo que justificaría un Bien de Interés Cultural evidente”
Esta modificación no
afecta a la trama urbana existente, ni a las alineaciones ni rasantes, salvo en
la alineación Oeste del solar, que estaba cerrada por un muro de 3 metros de
altura, el cual, como hemos dicho, pudo demolerse tras permiso de Patrimonio y
una excavación arqueológica que llevó a cabo Aratikos. Ésta intervención en esa
zona del solar, permite una descongestión del viario que muere en esa zona,
mejorando accesos para vehículos particulares, bomberos, ambulancias, etc.
En resumen, la
modificación puntual en la ordenación detallada del 2 de Alonso Martínez, lo
que supone es concentrar la edificación interior ”en un volumen único y proponiendo una altura más en él, para compensar
la edificabilidad existente que se desarrollaba en tres volúmenes”.
En las presentes infografías
que figuran en el expediente, se aprecia el diseño existente en 2007 y la
propuesta que finalmente fue aprobada. A simple vista destaca un sonoro detalle…
¡¡Que nadie se asuste!!
Puestos al habla con responsables de la Gerencia de Fomento, nos aclaran que
para desproteger un BIC, y por lo tanto proceder a su derribo, no basta con
esta modificación detallada, sino que debiera ser objeto de una modificación
general del PGOU recientemente aprobado, y por lo tanto obtener licencia de la
Junta para desproteger el bien, cosa que no ha sucedido y por ello, no tiene
visos de llegar a buen puerto. Pero ahí está la intención de la promotora,
parece como metida ahí, ”de tapadillo”.
Según escribe Álvaro
Melcón en su artículo del Diario de Burgos [1],
el promotor de ambas piezas constructivas, es decir, de los números 2, 3 y 4 de
Plaza Alonso Martínez, es el mismo, “al
comercializarse la muralla en una de ellas no parece que vaya a ejecutarse el
planeamiento”. Pero la grafía de la muralla se elimina justamente en esta
parte. Por lo tanto se contempla en el PGOU. ¿Un error?
Vayamos a otro detalle que
protagoniza el artículo de Álvaro Melcón. Toda la edificación de la propiedad
privada, queda dentro de la línea roja continua, que es la superficie del suelo
urbano consolidado. Esto supone que en ningún caso, ninguna licencia puede
suponer la modificación o actuación fuera de esa línea. Queda la muralla, en este caso, fuera de la línea de ordenación en el PGOU, y por lo tanto, sea público o privado, tiene que ser cedido a la ciudad el bien, y urbanizarlo. Por lo cual la licencia concedida al 3-4 de Alonso Martínez, si ha
supuesto una actuación sobre la muralla, o garantiza derechos, es nula. Y en este último caso se debe exigir el cumplimiento al administrado, o bien, retrotraer todo al momento inicial y modificar la licencia para cumplir la legalidad.
Llamo la atención sobre la línea de puntos roja que marca el desarrollo de la muralla medieval. Se corta un poco antes de llegar a la propiedad que el catastro atribuye al número 4 de la Plaza Alonso Martínez en su parte trasera. Está también marcado con un cuadrado, que si lo medimos, corresponde con los poco más de 5 metros lineales de muralla, que pueden pertenecer a la casa. Pero nada más eso. No toda la muralla. Aún así, también ese trozo de propiedad privada queda fuera de ordanación y no es objeto de licencia de edificación.
Llamo la atención sobre la línea de puntos roja que marca el desarrollo de la muralla medieval. Se corta un poco antes de llegar a la propiedad que el catastro atribuye al número 4 de la Plaza Alonso Martínez en su parte trasera. Está también marcado con un cuadrado, que si lo medimos, corresponde con los poco más de 5 metros lineales de muralla, que pueden pertenecer a la casa. Pero nada más eso. No toda la muralla. Aún así, también ese trozo de propiedad privada queda fuera de ordanación y no es objeto de licencia de edificación.
En todo el desaguisado que
se ha montado en torno a este desdichado solar, en el entorno da la Pza. Alonso
Martínez, otrora lugar deseado para edificar por las familias más ilustres de
nuestra ciudad, se nos aparece otro conflicto de propiedad que está en ciernes.
Por la documentación que
he tenido en mis manos en estos meses, ya puedo afirmar, que un tramo de lo que era la antigua esgueva
de Trascorrales que pasaba por un lateral de esta parcela, sigue siendo
propiedad del Ayuntamiento. Tanto en el planeamiento vigente, como en los
planos que afectan a la modificación puntual que se hizo en el 2007-9, la
totalidad del terreno que afectaba a la esgueva está incluido en la propiedad
del 2 de Alonso Martínez. Pues bien, a mi entender, tan sólo la mitad de esa antigua esgueva corresponde
a este propietario, la otra mitad la
recibió el Ayuntamiento en 1973, y en concreto los 23 metros cuadrados del muro que aparece en el siguiente gráfico.
El
Ayuntamiento en el expediente 11/2007 de Urbanismo, que
termina en 2009 con la aprobación definitiva de la modificación del PGOU, autoriza a la propiedad a tirar ese muro
sin darse cuenta que es de su propiedad. SIC. Previamente se solicitan
informes de Comisión Territorial de Patrimonio, y fruto de esta consulta,
tenemos un informe arqueológico estupendo sobre cómo eran y evolucionaron las construcciones
asociadas a esta esgueva.
El
actual PGOU, como hemos visto, y el catastro, incluyen todo el trazado de la
antigua esgueva dentro del solar afecto a edificación, y de propiedad privada.
Pero es un error…otro.
Vayamos ahora a detallar
lo ocurrido en el expediente de Administración de Propiedades, promovido por la
Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de Burgos, en 1973, que figura
con el número 20/1668 del Archivo de Castilfalé.
Todo nace en la
conveniencia de que el Consistorio se persone en el Juzgado oponiéndose a un
expediente de dominio. Un mes de agosto también (que mala es la canícula), pero
de 1973, alguien en el Ayuntamiento, alerta de que en el Juzgado de 1º Instancia
e Instrucción número 3 de Burgos, los constructores mirandeses, Florencio y
Dionisio Barcina, tramitan un expediente de dominio para la inscripción en el
Registro de la Propiedad de la mayor cabida de una finca ya inscrita. Se trata
de la casa señalada con el número 6 de la Calle Trinidad con sus patios, en los
que está incluida la muralla antigua y
tres graneros. Linda al Norte con cementerio y propiedades de la Iglesia de San
Gil; al Sur solares de las casas 8, 10 y 12 de la Calle Trinidad; Este, Calle
Trinidad; y Oeste con casas de la Calle Avellanos.
La personación del
Ayuntamiento trastoca los planes de la propiedad, que tiene prisa en escriturar
pues puede perder las ayudas del Ministerio de la Vivienda si se va a un largo
proceso judicial. Ellos defienden que en la venta que les hizo Vladimiro
Villegas y Casado en 1967, se incluían 1.900 metros cuadrados, de los cuales
sólo aparecen inscritos 1.048,40. No
obstante, como el trozo de muralla reclamado por el Ayuntamiento queda fuera de
las edificaciones proyectadas, aceptan “renunciar a la propiedad o derechos que
pudieran corresponderles sobre la muralla en cuestión, cediéndolos al
Ayuntamiento.”
Estamos hablando del
actual edificio que cierra la calle Trinidad, conocido por albergar en sus
bajos la sede del Instituto Provincial de la Seguridad Social, y que empezó a
levantarse en esos años.
El Pleno de 21 de
septiembre de 1973 acuerda desistir de la personación del Ayuntamiento en el
expediente de dominio abierto con este caso. Y queda pendiente que se otorgue
escritura pública de la cesión de derechos y reconocimiento de dominio a favor
de la Corporación.
El expediente termina en
noviembre de 1973 con la medición de los linderos y superficies que realizan el
Aparejador Municipal, y el representante de los hermanos Barcina; todo ello certificado
por el Secretario del Ayuntamiento. La descripción literal corresponde con el
plano que adjuntamos más arriba, y es:“Al
Norte una línea recta de cuatro con ochenta metros lineales, al Oeste otra
línea recta de dieciocho con treinta metros; el grosor de la muralla se estima
en un metro aproximadamente; resultando una superficie aproximada de veintitrés
metros cuadrados. La
muralla linda al Norte y Oeste con la finca número seis de la calle Trinidad;
al Este y Sur con corral de las traseras de la casa número dos de la calle
Avellanos”. Se reciben por tanto, los 23 metros cuadrados del muro, quedando el resto en un limbo.
Detalle plano Francisco Coello de 1860, momento en que se vende el terreno que ocupaba la esgueva que aquí podemos ver, recogiendo las aguas del Pico y el Vena y cruzando la muralla,
Y así fue. Manuel
Izquierdo[3],
dice ser convecino de Policarpo”que
recientemente ha adquirido la casa que fue de los Marqueses de Fuente Pelayo”,[4]
en el número 1 de Avellanos, y que entremedias de su casa y la del citado
Manuel (el 12 de la Plazuela de la Audiencia), está la esgueva, Por ello
también derechos de cesión por servidumbres. Manuel Izquierdo hace en su
escrito al Ayuntamiento una defensa del callejón que atraviesa la esgueva,
cerrado por un muro que puso el Ayuntamiento en la Calle Avellanos, al que dan
balcones de los edificios, y sirve para comunicar la calle Avellanos con la
Trinidad y “los badíllos, sobre todo
por la noche, cuando los funcionarios de la Hacienda Pública cierran la Puerta
Margarita. En un momento de su exposición se arrebata y escribe: ”el
terreno que solicita el Sr. Casado no le necesita más que para aumentar él que
le sobra en su grande edificio y sacrificar el mío con tal antojo”. Todo
esto con letra resaltada para que se lea bien el párrafo. Hay que recordar que
Policarpo Casado, en ese momento era una de las personas más influyentes de la
ciudad, abogado, alcalde, gran acaudalado, bien relacionado, etc.
El Ayuntamiento contesta a
Manuel Izquierdo que no puede abrirse una calle pública sobre la esgueva
cubierta, porque en el Plano aprobado por el Gobernador Civil en 1856, a
propuesta de la Corporación, delimita esa zona para edificación. Tampoco gusta
la idea de abrir un callejón para respetar los derechos de luces y goterales
como proponía la petición de cesión de Policarpo, pues sería un paso inseguro e
insalubre. Se propone la venta del
terreno liberado por la cubrición de la esgueva a partes iguales entre los
propietarios aledaños que tengan servidumbres sobre ella desde los Avellanos
hasta la muralla.
Esta es la partición que se hace entre los propietarios afectados por la esgueva, para valorar la venta. Plano hecho por el Arquitecto Municipal Luis Villanueva.
El Arquitecto municipal hace
una separación entre terrenos edificables, no edificables y los que están
afectos a servidumbre. Tras ello efectúa una valoración del precio que será:
-Policarpo Casado 11.409 reales
-Manuel Izquierdo 7.905 reales
-Conde de Bornos 607 reales.
Tan sólo son edificables
los terrenos adjudicados a Policarpo y Manuel más cercanos a la Calle
Avellanos, donde luego cada cual amplió su casa. Las zonas interiores del
solar, o no eran edificables o estaban afectas a servidumbres de luces y
goterales.
Ya en el mes de septiembre
de 1860 los afectados solicitan una reunión de la Comisión de Obras que en esos
momentos preside Timoteo Arnáiz, alcalde en varios períodos, con asistencia del
Arquitecto municipal. Manifestaron que con la valoración hecha, no era posible
cubrir la esgueva y que no lograrían cubrir gastos con los terrenos agregados a
sus propiedades. Citan entre otras cosas las humedades que posiblemente
afectarían a los locales de planta baja por la cercanía de las aguas de la
esgueva. Alegaban también que en otras municipalidades los terrenos se cedían
gratuitamente a cambio de las obras de cubrición. Tan sólo el representante de
la Condesa de Bornos está conforme con la valoración del terreno. Finalmente se llega al acuerdo con
Policarpo y Manuel en reducir el precio a la mitad; quedando en 5.539 reales
para el primero y 4.125 para el segundo. El Secretario del Ayuntamiento
Constitucional de Burgos, Francisco Blanco de Mendizábal, levanta acta y
certifica este acuerdo el 16 de noviembre de 1861.
Un año después de la venta
de la esgueva, en 1862, Manuel Izquierdo solicita licencia al Ayuntamiento para
cerrar el terreno que le pertenece. [5]
Le permiten “cerrar, pero no echar tejado
a la misma parcela de su propiedad, lindante con la de Policarpo Casado, ni
cubrirla de cualquier manera; solamente se le permite el cerramiento a la
altura justa para el aspecto público”.
En 1871, el marido de una
hija de Manuel Izquierdo, Rafael de Ciurana (hay que recordar que las mujeres
no estaban autorizadas por ley para ejercer ante organismos públicos o
juzgados), esposo de María Dolores Izquierdo, solicita al Ayuntamiento el
otorgamiento de la escritura de venta que les hicieron de esta parte de la
esgueva, como se hizo unos meses después. Y a partir de este momento parece ser
que el Ayuntamiento ya les dejó edificar en esa parte.
A continuación
documentamos parte de las propiedades de la familia Casado, en concreto la
herencia de su esposa Juliana Pardo, que lo aporta al matrimonio.
Si se lee bien la
escritura que antecede a este texto, sobre las propiedades de la familia
Casado, conservado en el Archivo Histórico Provincial, [6]
la casa número 6 de la calle Trinidad, ya mediado el siglo XIX, coincidía
bastante con la escritura de venta que presentaba Vladimiro Villegas y Casado
en 1967 y que ponemos a continuación.
Destacamos: “casa, en la Calle Trinidad. señalada con el
número seis, con sus patios, en los que está incluida la muralla antigua y tres
graneros(…)”.
Ya en los inicios del
siglo XX, Baldomero Villegas, capitán
de Artillería, tiene un sonoro enfrentamiento con el Ayuntamiento por el mal
estado de sus casas en los números 8,10 y 12 de la calle Trinidad (6 y 8
actuales)[7].
Sin duda, Vladimiro Villegas y Casado, era el último detentador de esta parte
del muro que contenía en su momento la esgueva Trascorrales, que acabó, como
hemos visto, volviendo a manos del Ayuntamiento en 1973, de una forma
rocambolesca. Aunque como habrá apreciado, estimado lector, nuestro
Ayuntamiento, posiblemente, aún no se ha
dado cuenta.
Sería bueno que lo mismo
que el Ayuntamiento monetarizó el 10% de cesión obligatoria, cobrándoselo a la
propiedad, formalizara también la venta de la mitad del terreno que ocupaba la
antigua esgueva, o bien registrarlo y modificar el PGOU, además del catastro,
para que permanezca como pública. Algo habrá que hacer.
3.-Protagonistas con
nombre propio.
En los años centrales del
siglo XIX, dos leyes conservadoras se suceden
para regular los Consistorios: la Ley de Ayuntamientos de 1840 y la Ley
Municipal de 1845. Ambas son de signo autoritario y centralista, que ponen los
gobiernos municipales en manos de las oligarquías locales. Emiliano González
Díez refleja en una monografía sobre Burgos que”el alcalde será elegido y nombrado por el rey o el jefe político por
delegación de entre los concejales
elegidos”. [8]Para
ser elegido concejal se debía tener “capacidad
económica”, el censo de electores sólo estaba compuesto por hombres cuyas rentas superaban un determinado umbral.
Lo dicho, élites locales.
Protagonistas en esos días
del Gobierno Municipal fueron entre otros, Luis Díaz Oyuelos, José Ladrón de
Guevara, Tomás Díaz Cid, Timoteo Arnáiz,
Justo Casaval, Roque Iglesias, Primitivo Nevares, Diego Simó, Manuel de la
Puente, Primitivo Nevares, Luis Castrillo y nuestro protagonista hoy, Policarpo
Casado. Muchos de ellos son acaudalados burgueses que habían llegado al
gobierno municipal tras incrementar su patrimonio por las repetidas
desamortizaciones.
El jueves 3 de mayo de
1855 se publicaba en la Gaceta de Madrid, lo que viene a ser el BOE actual, la
Ley Madoz, que declaraba en estado de venta “todos
los predios rústicos y urbanos, foros pertenecientes: al Estado, al clero, a
las órdenes militares de Santiago, Alcántara, Montesa y San Juán de Jerusalén,
a cofradías, obras pías y santuarios(…), a los propios y comunes de los pueblos, a la beneficencia, a la instrucción
pública. Y cualesquiera otros pertenecientes a manos muertas, ya estén o no
mandados vender por leyes anteriores”. Tanto liberales como conservadores
llegaron a la conclusión que era necesaria esta medida, para rescatar todos
esos bienes inactivos y contribuir así
al “desarrollo económico de la
empobrecida y agobiada nación española, nivelando sus presupuestos y
disminuyendo su enorme deuda pública”.[9]
Se intentaba crear al
mismo tiempo, una nueva clase de propietarios, campesinos y arrendatarios que
fueran protagonistas de una nueva forma de producción e intercambios, que
modernizaran la economía y fueran fieles al sistema político decimonónico. A la
aristocracia feudal se unen ahora los nuevos grandes propietarios.
Policarpo Casado.
Archivo Municipal.
Entre los burgaleses que se vieron favorecidos
por estas medidas estuvo Policarpo
Casado. Nacido en Burgos el 26 de enero de 1816, era hijo de Atanasio
Casado y Rosa Lostau, una familia
linajuda muy conocida en la Ciudad. Estudió bachillerato en San Pablo y los
Jerónimos en Burgos, donde destacó en humanidades. Pasó luego a la Universidad
de Valladolid donde en 1841 se licenció en Leyes y Jurisprudencia con
calificación de sobresaliente.
Tras empezar su carrera
como abogado en Madrid, ya en 1842 se instala en Burgos, donde despliega toda su actividad
tanto en el ámbito judicial, como político y financiero. Su amigo y valedor, el
santanderino Pedro Salaverría, que llegó a ser Ministro de Hacienda y Fomento,
diputado a Cortes y Gobernador del Banco de España, fue quien le elevó al
sillón de Alcalde de Burgos, cargo que desempeñó entre 1861-62 y reelegido
entre 1863-64. Nótese que en noviembre de 1861, Policarpo Casado tiene que
abstenerse y delegar en el primer Teniente de Alcalde, para no intervenir en la
venta que le hace el Ayuntamiento de parte de la esgueva de Trascorrales.[10]
Entre las mejoras
urbanísticas que cita Francisco Blanco en su monografía de Policarpo casado, se
encuentran la finalización de las obras
de conducción de agua potable y la iluminación de calles por gas. Mejoró
notablemente las instalaciones de Beneficencia, especialmente el Hospital de
San Juan.
Uno de los episodios más
comentados sobre su actividad en el Ayuntamiento, fue la segunda visita que
realizó la reina Isabel II, en esta ocasión acompañada de su hijo el príncipe
de Asturias Alfonso XII en 1862. La Reina se alojó en el Palacio Arzobispal que
aún estaba junto a la Catedral en la Plaza del Duque de la Victoria, actual Rey
San Fernando. Cuando Isabel II se asomó al balcón del Ayuntamiento a recibir
los vítores de la población que llenaba por completo la Plaza Mayor, y al ver
la emoción en la cara de la reina, el Alcalde Policarpo Casado le dijo:” Señora, es el pueblo que paga y sufre.
Permitidme que os recomiende su afecto como la medida más segura de la solidez
de vuestro trono”.[11]
Otro hito de este alcalde,
fue que bajo su mandato, en 1863, el Gobierno publicó un decreto aprobando la
fundación del Banco de Burgos. La iniciativa corrió a cargo de un grupo de propietarios y comerciantes burgaleses,
entre los que figuraban Francisco Bohígas[12],
José María Simó[13],
Roque Iglesias, Francisco Arquiaga, Marcos Arnáiz[14]
y Pedro González Marrón.
Tras dejar la alcaldía,
Policarpo pasó a ser Presidente de la Diputación entre 1867-68. La Revolución
de la Gloriosa hace que abandone su carrera política y se refugie en sus
negocios. Se trata de un político del partido conservador, partidario de la
monarquía y con honda raigambre católica.
Tras el restablecimiento de lo que se ha dado
en llamar la Restauración, regresa a la Diputación como Presidente. En 1876
salió elegido senador por Burgos en las Cortes Constituyentes formando parte de
la candidatura monárquico-conservadora. Influyó en este hecho, que su amigo
Manuel Alonso Martínez era el Presidente de la Comisión encargada de elaborar
la Constitución conservadora de 1876, que estuvo vigente hasta 1931.
En esos momentos Policarpo Casado era ya el
mayor contribuyente de la Provincia de Burgos, que es como decir el más rico.
Falleció el 4 de diciembre de 1877 y sus
restos recibieron sepultura en el panteón familiar del Cementerio de Burgos.
Julián Casado Pardo. Archivo Municipal.
La tercera protagonista de
la familia Casado, es Petronila Casado
Pardo Nacida en 1861, seguramente
en la casa familiar de la calle Avellanos, tuvo una constitución débil y
enfermiza desde niña, motivo por el cual sus padres optaron por mantenerla en
casa con un profesor particular. A los 14 años sufrió una enfermedad que la
dejó casi paralítica y ciega. Muertos sus padres pasó a vivir a casa de su
hermano Julián, con quien compartió afanes en actividades sociales y
caritativas. Así fueron los iniciadores
del Círculo Católico de Obreros, junto
con otras familias adineradas y el apoyo del Arzobispo, aportando “dinero y energía para la construcción de la
sede social del Círculo, magnífico edificio obra de Lampérez”. Siguiendo
las enseñanzas de la Iglesia, en especial de la Encíclica “Rerum novarum” del Papa León XIII, también llamado catolicismo
social, “se propuso solucionar el
problema generado por la pésimas condiciones de vida de la clase trabajadora y
el inevitable desarrollo del movimiento obrero”.[16]
En 1915, a los 64 años fallecía “la
Cieguita”; pocos años más tarde el Ayuntamiento la elegía como hija predilecta dedicándole una calle.
El Gabinete Arqueológico y
Estudios sobre el Patrimonio Histórico- Artístico, Aratikos S.L., realizó en
2001 y 2004 sendas actuaciones tendentes a estudiar el valor arqueológico del
solar número 2 de la Plaza Alonso Martínez. Las dos fechas se corresponden con
cambios en la propiedad.
Así pudieron documentar “el punto preciso por donde el Río Pico corta
la muralla para entrar en la Ciudad, así como la evolución sufrida, tanto por
este cauce como por su entorno inmediato, desde finales del siglo XIII hasta la
actualidad”.
Constatan que al mismo
tiempo que se construye la muralla en este sector, “se construye un arco para facilitar la entrada del Río Pico al
interior de la Ciudad, del que únicamente se ha documentado el arranque del
lateral oriental, aunque es difícil precisar si estamos ante los restos del
arco original o bien ante una remodelación posterior del mismo.”
Según el historiador
Alberto Ibáñez, desde la edad media, el río ”después de recorrer la huerta del Convento de la Trinidad, atravesaba
la muralla por un paso llamado la red o reja de San Gil, penetrando en el lugar
donde se habían levantado las tenerías”.[17]
Estas tenerías fueron trasladadas aguas abajo, cerca del puente de Malatos
en el siglo XVI para evitar suciedad y malos olores a la población.
Los arqueólogos documentan
que el desbordamiento de este cauce provocó la construcción, en un primer
momento, de una escollera en las proximidades de la muralla, y que en una fase
posterior se construyó “el muro de
contención lateral que delimitaba el cauce del río”. En el flanco
Occidental documentan una longitud de 15.50m sólo en la zona excavada,
siguiendo hacia el Sur para encontrarse con la Calle Avellanos. Recordemos aquí
los 18,30 metros que se midieron del muro en 1973 llegando hasta esa calle
según el croquis que consta en el expediente. No hay duda que lo cedido al
Ayuntamiento en esa fecha era este muro que contenía la esgueva, que Aratikos documenta
por encargo de la propiedad del 2, y que
lo hace suyo por completo. Aquí el muro visto desde el interior del solar.
Como bien es sabido en
época medieval y moderna, las esguevas, que servían para riego de las numerosas
huertas de la Ciudad y fuerza para molinos, también lo eran para que las aguas,
por arrastre, cumplieran la función de limpieza de inmundicias y desperdicios
de la población, cloacas en definitiva, que creaban problemas de hedor, sobre
todo en tiempo estival.
Uno de los descubrimientos
que más sorprendieron a Aratikos fue encontrarse con restos de 10 postes de
madera, alineados, a 1,10m. de altura, junto al lienzo interno de la muralla.
Según indican”podrían corresponderse con
una pasarela de madera existente en
este sector para salvar las aguas”. La fechan entre el siglo XIII y XIV. El
profesor Ibáñez en 1977 documentó “un
puente y un pontido” que se construyó en esta zona en el año 1533, mediante
un acuerdo entre el Ayuntamiento y Ana de la Cadena, Viuda de García de
Matanza. El “pontido”, era para pasar de su casa, en el comienzo actual de la
calle Avellanos, hacia la Iglesia de San Gil,
“por las traseras de ellas, junto al muro de la ciudad en que estaba fijado el
puente”. Los vecinos utilizaban como vemos este puente para salvar las
aguas de la esgueva y pasar de sus casas junto al Camino Real hacia la Iglesia
de San Gil y su cementerio.[19]
Tenemos que pensar, que el
trazado actual de la calle Avellanos no existía en el siglo XVI. Lo que existía
era la Rúa de San Gil por la que entraba el Camino de Santiago recto hacia la
puerta principal de esa Iglesia parroquial, que se abría en el brazo sur. Y se
abre. Recientemente ha sido restaurada y esperemos pueda visitarse esta zona
para que los burgaleses imaginemos desde ella el urbanismo del Burgos antiguo.[20] Es apasionante ir descubriendo cómo era el urbanismo del conocido como "uico Sancti Egidii" desde la edad media hasta nuestros días.
En la esquina de la calle
Avellanos con la plaza de Alonso Martínez, “se
levantaba el Hospital de Michilote,[21]
a cargo de los Escribanos de Número de la ciudad” y el puente de Michilote que salvaba el río Merdancho, según documenta también
Ibáñez.[22]
Estas fotos son del interior de la esgueva Trascorrales en esta zona que a finales del XIX se cubrió de este modo. Aratikos.Interior de la esgueva Trascorrales en el tramo entre la muralla que linda con la calle Trinidad y la calle Avellanos. Fue levantada esta construcción en la segunda mitad del siglo XIX, costeada por los propietarios de los predios colindantes; recibiendo así la propiedad del terreno.
Finalmente, Aratikos nos
indica que el resto del solar estaba ocupado hasta bien entrado el siglo XIX
por huertas o corrales, frecuentemente inundados por las avenidas del río en
épocas de lluvia en las zonas cercanas al cauce. También se encontró un
pavimento de cantos rodados localizado al interior de la muralla “que se correspondería con el suelo de una
de las construcciones auxiliares adosadas a la muralla, utilizada como cuadra o
caballeriza, como lo ponen de manifiesto, los comederos aún adosados a la
muralla”. Todavía, a día de hoy, puede verse esa construcción.
En relación al muro que
delimita el lateral occidental del solar, apuntan al reaprovechamiento de
algunas piedras de la fábrica original de la muralla, ”pero que no tiene nada que ver
con el trazado de la muralla medieval”. Indican que la factura de la
muralla medieval es “a base de una mampostería
concertada (trabada con argamasa), compuesta por bloques calizos, de una altura
media de 20/30 hiladas, entre las que se disponen pequeños calcáreos planos, mientras
que el muro occidental del solar está formado por grandes bloques calizos
perfectamente regularizados, con una disposición más organizada de las
hiladas”. Este es el muro construido a los lados de la esgueva en el siglo XIX.
Bibliografía
y documentos consultados en archivos:
*Albarellos, J:”Efemérides
Burgalesas”. Diario de Burgos 1980; ( 4ºedición).
*Blanco, Francisco: ”D.
Policarpo Casado, el comienzo de una saga. Barcelona Octubre 2014. Publicado en
la página web Burgospedia. https://burgospedia1.wordpress.com
*Castrillejo Ibáñez,
Félix: “María Petronila Casado Pardo (1860-1915).” Protagonistas burgaleses del
siglo XX. Tomo 1 ; Ayto. Burgos. Caja de Burgos. Diario de Burgos. Universidad
de Burgos; año 2000.
*Cuesta Bustillo,
Josefina: ”La política de la Restauración en Burgos(1875-1931)”. En Historia de
Burgos,Varios Autores, IV Edad
Contemporánea (1),Caja de Burgos 2002.
*García Rámila, Ismael:
“Del Burgos de antaño. XXV La primitiva fuente de Huerto del Rey” .Boletín de
la Institución Fernán González; núm:156, tercer trimestre de 1961; Año XL.
*González, Nazario:
“Burgos, la ciudad marginal de Castilla”. Edición 2010. Ayuntamiento de Burgos
IMC.
*Ibáñez Pérez, Alberto C.:
”Arquitectura civil del siglo XVI en Burgos”. Burgos, Caja de Ahorros Municipal
1977.
*Iglesias Rouco, Lena S.: ”Burgos
en el siglo XIX. Arquitectura y Urbanismo (1813-1900).” Universidad de
Valladolid; Valladolid, 1979.
*Martínez Díez,
Gonzalo-Martínez Díez, Emiliano: ”La Ciudad de Burgos en su Historia”. IMC,
Ayuntamiento de Burgos, 2009.
*AMBu Libro de Actas del Pleno. 21-09-1973. Folio 93 vto.
*AMBu Sign: 20/1668.
*AMBU Sign: 17-1015
*AMBu Sign: 11/118.
*AMBu Sign: 22/1077
*AMBu Sign: 11/120
*Fomento Ayto. Burgos.
Expediente de urbanismo número11/2007.
*AHP. Protocolos
notariales. Fernando de Monterrubio. 7789.
*AHP. Hacienda. 321-18;
43-18
*ADB. Catastro de la
Ensenada. Caja 346. Folio 626.
*Diario de Burgos 21 de
noviembre de 2016. Página 10. Álvaro Melcón.
*Informes Técnicos de
Aratikos Arqueólogos S.L. 2001,2004 y 2014 sobre Pza. Alonso Martínez 2, 3 y 4.
Servicio de Arqueología Junta de Castilla y León.
*Plano de Burgos.
Francisco Coello 1860.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
AMBu: Archivo Municipal
Ayto Burgos. ADB: Archivo Diputación
Provincial.
AHP: Archivo Histórico
Provincial Burgos.
En la próxima entrega
intentaremos esclarecer qué pasó para que el edificio que edificó, mediado el
siglo XIX, el exalcalde Luís Díaz de Oyuelos enfrente de la Audiencia, luego
Capitanía, desapareciera en el primer cuarto del siglo XX.
Antes de 1930 Colección Galafel FO 28556 AMBU.
CONTINUARÁ.
Jesús Ojeda Calvo,
historiador. En Burgos, enero 2017.
NOTAS:
[1] Diario
de Burgos, lunes 21 noviembre de 2016, pág 10 “La Licencia al edificio del
cenador se revisará por ser contraria al PGOU”. Álvaro Melcón.
[2]
Expediente del AMBu 11/120 del año 1860.
[3]
De Manuel Izquierdo sabemos que era Escribano Número de la Ciudad de Burgos en
1847; curiosamente en ese año, fue el encargado de dar fe en el detalle de los bienes que aportaron
al matrimonio Policarpo Casado y Juliana Pardo para su casamiento. Juliana
Pardo era la propietaria por herencia de sus padres de “una
propiedad cerrada por límites comunes entre las casas 1,2 y 3 de la calle de
los Avellanos, y seis de la calle Trinidad; compuesto por un patio en el centro
y en él tres graneros; valorado todo en 145.000 pesetas. AHP. Protocolos
Notariales.Fernando de Monterrubio 1847 Número caja 7789. Fol 502 vto.
[4] ADB. Catastro
de la Ensenada. Caja 346. Folio 626.Sobre la casa del Marqués de Fuente
Pelayo nos aclara las lindes en 1749: “ casa al puente y calle de los Avellanos,
que surca por zierzo con el río que viene de los Vaíllos, por solano con dicha calle de los Avellanos,
por abrego con casa del Marqués de Escalona, y por regañón con jardín de la
casa y soleador mirando a San Gil, Trinidad y San Francisco”.
[5] AMBu
17-1015.
[6] Archivo
Histórico Provincial en Protocolos Notariales de Fernando de Monterrubio 7789
[7]
Expediente del AMBu 22/1077. Baldomero achaca la ruina de sus casas a las obras
de acometida de agua y alcantarillado que había hecho el Ayuntamiento.
[8] Martínez
Díez, Gonzalo-Martínez Díez, Emiliano: ”La
Ciudad de Burgos en su Historia”. IMC, Ayuntamiento de Burgos, 2009,
pág.308.
[9]Blanco,
Francisco: ”D. Policarpo Casado, el
comienzo de una saga.
Paco Blanco,
Barcelona Octubre 2014. Publicado en la
página web Burgospedia
[10] AMB
Sign: 11/118.
[11]
Albarellos, J:”Efemérides Burgalesas”Diario
de Burgos 1980( 4ºedición)…”pág:246. Las
celebraciones debieron ser grandiosas pues incluso se renovaron los trajes de
los Gigantones con telas de damasco. A raíz de esta visita , Policarpo Casado
recibió poco tiempo después la encomienda de Carlos III y “un valioso regalo”, nos dice Albarellos.
[12]
Emparentado con la familia Arnáiz.
[13]
Comprador de una parte de la muralla por subasta en la zona cercana la puerta Santa María.
[14] Marcos
Arnáiz fue arquitecto municipal e hizo fortuna con las desamortizaciones, al
igual que sus hijos, sobre todo Francisco Javier Arnáiz.
[15] Cuesta
Bustillo, Josefina: ”La política de la
Restauración en Burgos(1875-1931).”pág:244. En Historia de Burgos ,Varios
Autores, IV Edad Contemporánea (1),Caja
de Burgos 2002.
[16]
Castrillejo Ibáñez, Félix: “María
Petronila Casado Pardo (1860-1915).” Protagonistas burgaleses del siglo XX.
Tomo 1 ; pág 122.Ayto.Burgos.Caja de Burgos. Diario de Burgos.Universidad de
Burgos;2000.
[17] Ibáñez
Pérez, Alberto C.:”Arquitectura civil del
siglo XVI en Burgos”. Burgos, Caja de Ahorros Municipal 1977; pág 383.
[18]
González, Nazario: “Burgos, la ciudad marginal
de Castilla”. Edición 2010. Ayuntamiento de Burgos IMC. Pág:63. “Las tenerías de San Gil y Sta. Gadea
proporcionaban los tintes especiales que requerían esas mismas telas y lanas”.
[19] Este
cementerio, según las referencias que tenemos, debía estar pegado a la cabecera
de la Iglesia Parroquial intramuros.
[20] Ibáñez
Pérez, Alberto C. op.cit. pág 281.
[21] García
Rámila, Ismael: “Del Burgos de antaño.
XXV La primitiva fuente de Huerto del Rey” .Boletín de la Institución
Fernán González; núm:156, tercer trimestre de 1961; Año XL. Pág 600. El
Hospital de Michilote o Miquilote según Rámila, fue fundado en 1404 por el
francés Jean Miquilote, y estuvo situado en la Plazuela de Diego González o del
Conde, hoy de Alonso Martínez, en las proximidades del puente de los Avellanos,
que cruzaba la esgueva de Trascorrales dando paso al Camino Francés. En ese
Hospital estuvo instituida durante muchos años la cofradía de San Ginés,
integrada por escribanos.
[22] Ibáñez
Pérez, Alberto C. op.cit. pág 281.
[23]
Iglesias Rouco, Lena S.:”Burgos en el
siglo XIX. Arquitectura y Urbanismo (1813-1900).” Universidad de
Valladolid; Valladolid,1979. Pág:94.
ResponderEliminarMuy interesante